El culto de los Antepasados
El origen complejo del pueblo Malgache creó costumbres diversos y particulares. A pesar de las numerosas configuraciones étnicas y de las nociones de clanes, el país comunica un mismo lenguaje, y la creencia en el poder de los antepasados difuntos se manifiesta por toda la isla. Aunque la creencia tradicional pone de manifiesto la existencia de un Dios único, omnipresente y omnipotente que lleva el nombre de « Andriamanitra » (El Señor Perfumado) o el de « Andriananahary » (El Señor Creador), es más bien hacia los antepasados divinizados o « Razana » que se dirige el culto. El culto de los antepasados es una celebración de la « ciencia de la vida », pues los difuntos son detentores de poder y son defensores de la existencia, tanto material como espiritual. Cada uno de ellos guarda su individualidad y sus relaciones familiares. Su poder se revela a través de « órdenes sagradas » las cuales dictan la organización política, cultural, médica de la familia o de la comunidad. La creencia considera que algunos siniestros como los accidentes, las enfermedades son las consecuencias de un incumplimiento del culto de los antepasados. Es por ejemplo una justicia infligida por estos últimos a los vivos por haber violado un « fady » (tabú ). En cada gran ocasión que marca la vida (edificación de una casa, construcción de una piragua, boda, ...) se consultará con « Razana » y se le invocará. Se ofrecerán animales (pollos, cebúes) o comidas (ron, miel, etc.) como sacrificio o libaciones. Para mostrar hasta qué punto esta práctica está muy aferrada en todos los estratos sociales, el vuelo inaugural del Boeing 747 de la compañía nacional Air Madagascar dió lugar a un sacrificio de cebúes a fin de asegurar une larga vida al aparato así como a sus pasajeros. Fuera de la religión tradicional, Madagascar contaría cerca de 40% de cristianos que se reparten a través de cuatro (4) grandes iglesias y de 200 000 musulmanes, sobre todo establecidos en la costa oeste y en la capital.
La muerte
La muerte para la religión tradicional malgache, marca el paso de la categoría de ser humano a la alta condición de antepasado (Razana). Este último va a dominar desde el otro mundo las generaciones nuevas las cuales le van a temer y a honrar a su vez. Tres ceremonias importantes acompañan la muerte. Se trata de los funerales, del « Famadihana » (exhumación) y de los sacrificios. Por supuesto, las formas que pueden tener esas ceremonias son diferentes según ls regiones y sólo voy a citar algunas de esas prácticas.
Los funerales
Ritos observados en Imerina
Después de que el difunto haya sido lavado, vestido y luego envuelto en un « Lamba Mena » (mortaja, pieza de telas de seda), se le puede exponer a los allegados durante unos tiempos. Luego se le pone en el ataúd y se le lleva hasta la tumba. A veces es la ocasión de una última vuelta por las propias tierras del muerte.
Ritos observados en tierra Mahafaly y Antandroy
El equipo de portadores sacuden violentamente el ataúd de todas partes y ejecutan un baile a tirones mientras las mujeres tocan las palmas y otros hombres blanden su azagaya. Una vez el difunto llevado hasta la tumba y enterrado, se erige un monumento en su memoria. El sacrificio de uno o varios cebúes es de rigor durante la ceremonia que puede celebrarse durante algunos días con velatorios, acompañados de cantos y bailes. La fiesta se acabará con un fest1in durante el cual la carne se partirá entre todos los convidados. La importancia de la fiesta está en relación con la riqueza del difunto y a veces será el objeto del sacrificio un rebaño de algunas decenas, incluso centenares de cabezas. Algunas tumbas adornadas de centenares de pares de cuernos manifiestan la importancia y la riqueza del difunto.
El Famadihana (la exhumación)
Existen varias circunstancias para que se practique el "Famadihana". Encuentra la primera su marco cuando el difunto no pudo ser enterrado en la tumba de familia al fallecer. Sus allegados vivos deben entonces unos años más tarde, llevarle al panteón familiar. Esta operación, realizada durante la estación seca por razones sanitarias, es siempre la ocasión de manifestar su alegría y celebrar el acontecimiento. La segunda circunstancia se impone con cada difunto en el concepto religioso tradicional malgache, pues los vivos se deben de honrar a sus antepasados. Se cree que el antepasado tiene frío y entonces necesita una nueva mortaja. En principio, la ceremonia del "Famadihana" se fija algunos años después del fallecimiento. El "Mpanandro" (astrólogo) determina el día y la hora. El cadáver está exhumado, luego envuelto en una estera "Tsihy" que dos hombres van a llevar cuando un grupo de parientes - hombres, mujeres y niños - hacen una procesión, los unos cantando, los otros tocando un instrumento músico. Se intercambian bromas entre las personas que se encuentran y aun hacia el difunto. Por último, una vez en la tumba familiar, se envuelve de nuevo al difunto con un "Lamba mena" (pieza de tela) nuevo después de haber sido el objeto de atenciones particulares (Unción de miel, don de tabaco, de arroz o de alcohol). Luego antes que vuelva a su morada, la costumbre exige que se le lleve hacer siete veces la vuelta a la tumba. El conjunto de la ceremonia ocurre en un ambiente de fiesta y de regocijo. La música, los cantos y los ritmos se confunden al sacrificio de un cebú y al reparto de la carne. Un discurso en memoria del muerto y también dedicado al destino de los vivos finaliza la ceremonia.
Los Fady (los tabúes)
"Fady" se puede traducir por tabú. Así la autoridad de "Razana" (el antepasado divinizado) está dictada a través de órdenes acompañadas de "fady". Infringir uno equivale a ser culpable para con los antepasados. Por esto, una complejidad y una diversidad importantes de entredichos se crean en función de cada persona según el sexo, la pertenencia familiar o comunitaria y también según el lugar (el espacio) y el período (el tiempo). Por ejemplo, se puede someter un fady comunitario a una persona (lo de no comer carne de cerdo), un fady temporal (lo de no trabajar un día martés), así como un fady geográfico (prohibiendo llevar tal materia en el río o hablar delante de un lugar preciso).
El Fomba (la costumbre)
A lo largo del tiempo, el uso se convierte en tradición o "Fomba". Oponerse a la costumbre acarrearía un castigo por parte de los antecesores. Por ejemplo, antes de beber o de partir una bebida durante un acontecimiento, hace falta verter un poco de alcohol por el suelo (símbolo de la tierra) a guisa de ofrenda a los antepasados.
El Ombiasy (el brujo, el curandero)
Desde muchas generaciones, los Malgaches han aprendido a conocer las plantas y sus propiedades para utilizarlas con fines medicales. Así, en la mayoría de las aldeas se encuentran personas que poseen ciertos conocimientos o se supone que poseen poderes de curación, a base de materias naturales y particularmente de plantas. Se les conoce por tener la facultad de entrar en contacto con los antepasados, los cuales van a dictar los métodos que emplear a fin de curar tal enfermedad o tal manifestación clínica. Se llaman a estas personas "Ombiasy", "Olona be hasina" (personas con grandes virtudes). Evidentemente, los brujos tienen un papel importante en el seno de la comunidad tanto desde el visto político como social. Existe una segunda categor1ia de brujos : los "Mpamosavy", los cuales al contrario de los primeros practican un tipo de magia negray emplean sortilegios con fines maléficos. De este hecho, los teme y los deprecia la población. Por otra parte, se les prohibe el acceso a la tumba familiar.
Los Ody (los talismanes)
Los brujos dan amuletos y hechizos llamados "Ody". Éstos están compuestos por distintas materias tales como unos pedazos de madera, de cuerno de cebú, de conchas, de unas plantas, monedas o también perlas... El "Mohara" es por ejemplo un talismán cuyos poderes varían según su composición. Su poseedor puede esperar riqueza, poder y éxito en la vida sentimental. Este poder se logra en cambio de ciertos sacrificios.
Los Vintana (los destinos)
Los "Vintana" ritman la vida diaria (social, cultural y espiritual) de los Malgaches, particularmente en el pueblo "Antemoro". Derivados de la astrología árabe y del calendario lunar introducido por los mismos árabes, los "Vintana" son una llamada al sentido complejo del destino. En función de las fases de los astros y esencialmente de la luna, serán influidos por ellas los actos importantes de la vida. Emprender la construcción de una casa o de una piragua, fijar la fecha de una boda, tantas preguntas que los "Vintana" podrán resolver.
El Mpanandro (el adivino)
El "Mpanandro" es un personaje importante que hace las veces de astrólogo y cuyo conocimiento está ligado íntimamente a los "vintana". Es una de las figuras más respetadas del pueblo puesto que determina los días de mejores auspicios para las celebraciones familiares (boda, exhumación, etc.) así como las actividades importantes (encuentro, trabajo, viaje). Utiliza un método que se llama "Sikidy" para determinar el porvenir. Analiza las predicciones que van a influir en las decisiones y otras acciones de la vida de la comunidad.
La Famorana (la circuncisión)
En la tradición malgache todo niño varón debe ser circunciso para adquirir su virilidad. En las aldeas, se decide realizar la tradicional ceremonia cuando el número de jóvenes se hace importante. En general, ésta tiene lugar durante la estación seca y fresca, es decir entre junio y septiembre. Da motivos para grandes festividades. Algunas circuncisiones colectivas reúnen millares de personas como en el pueblo "Antambahoaka" de Mananjary con la fiesta del "Sambatra" que tiene lugar cada siete años.