En los orígenes del pueblo malgache
A la cuestión enigmática, Malgache ¿quién eres tú? La respuesta es delicada y compleja puesto que el pueblo malgache resulta de inmigraciones sucesivas de orígenes diversas. Dos cronologías determinan el período de las primeras poblaciones de la isla. La primera hace comenzar las ocupaciones a partir del siglo V antes de J.C. mientras la segunda fija las primeras inmigraciones a los siglos VI y VII después de J.C..
La inmigración malayo-polinesia e indonesia
Aquellos proto-malgaches, primero hubieran llegado desde Indonesia y del Sureste asiático y hubieran abordado Madagascar por el Oeste y el Nordeste. Según una hipótesis algunas de aquellas poblaciones se hubieran establecido inicialmente en el archipiélago de las Comores antes de llegar a la Gran Isla. La tradición oral pone los “Vazimba” como los primeros habitantes de la isla (podrían ser entonces aquellos primeros inmigrantes). A. Grandidier pudo ver los últimos vestigios de aquella sociedad Vazimba en 1869 en las gargantas del río Manambolo (oeste de Madagascar) y declara : “Il résulte de tout ce que j’ai vu et appris que par les moeurs, par leur langue et par leurs traditions, les Vazimba se rattachent à la grande famille malgache dont l’origine indonésienne me semble demontrée” [Resulta de todo lo que he visto y aprendido que a través de las costumbres, la lengua y las tradiciones, los Vazimba se relacionan con la gran familia malgache cuyo origen indonesio me parece probado] (in Revue, notes, reconnaissances et explorations, tomo V, 2nda semana 1903, p.101, Tananarive, Imp. Officielle). “En réalité, il n’y a lieu de faire aucune distinction ethnique entre les Merina et les Vazimba. Dans la plupart des cas, ceux qu’on appelle Vazimba sont simplement les plus lointains ancêtres du clan établi dans le pays.” [En realidad, no hay por qué hacer distinción étnica entre los Merina y los Vazimba. En la mayoría de los casos, los que llamamos Vazimba son simplemente los ancestros más lejanos del clan establecido en el país] (según C. Renal “Ancêtres et Dieux”, Bulletin de l’Académie Malgache 1920, 1921, p.41). “Dia olona hiany tahak izoa olona izoa” : Era gente como la de hoy día. Según “Tantara ny Andriana eto Madagasikara” tradiciones orales malgaches reunidas por R.P. Callet – 1908, Tananarive. Aquellas poblaciones Vazimba a su vez fueron combatidas y absortas por olas más recientes de inmigrantes indonesios, los cuales ocuparon las planicies centrales de la isla.
La inmigración árabe y africana
Después de los Indonesios y los Malayo-polinesios, se instalaron en las costas malgaches Semitas y Árabes islamizados. De este modo, a fines del primer milenio, los Árabes, grandes navegantes y comerciantes, piratearon el Océano Índico. Instalaron numerosas factorías, particularmente en la costa nordeste y noroeste de Madagascar. La mayor parte de aquéllas serían destruidas por los navegantes portugueses a partir del siglo XVI. Ciertas poblaciones del sureste como los Antemoro y los Antambahoaka se prevalecen todavía de dichas inmigraciones árabes de tradiciones islámicas. Testimonios sobre la existencia de poblaciones africanas, probablemente originarios del Mozambique habían sido revelados igualmente desde el siglo XVI por navegantes portugueses. La trata de esclavos procedente de la costa Este de África fue en gran parte al principio de aquella inmigración africana. Algunos de sus descendientes que comúnmente se denominan “Makoa” viven en su mayoría a lo largo de la costa noroeste de la isla.
Las tentativas de implantaciones europeas
El primer europeo en descubrir la Gran Isla fue un portugués. En 1500, Diego Dias abordó por casualidad en las costas malgaches. Desde entonces Madagascar se había convertido en una escala en la ruta de Las Indias y había sido objeto de varias tentativas de implantaciones europeas. Después de los Portugueses (siglo XVI), siguieron los Holandeses (fines del siglo XVI) y los Ingleses (siglo XVII) para intentar establecer colonias. Aparte de los Holandeses quienes dejaron voluntariamente la bahía de Antongil en provecho de la región de El Cabo, aquellas tentativas resultaron unos fracasos. Los Franceses emprendieron la única y verdadera tentativa de colonizar a la isla y se quedaron durante treinta años (1642 – 1672) en el sitio de Fort-Dauphin. Más tarde y hasta el siglo XIX, gracias a varias factorías instaladas a lo largo de la costa oriental, los negreros franceses y criollos habrán hecho un comercio floreciente entre Madagascar y la Isla Bourbon (Isla de La Reunión) así como con la Isla de Francia (Isla Mauricio).
El siglo XVII y el siglo XVIII
En el siglo XVII, ya se contaban numerosos reinos independientes. Se encontraban etnias de origen islámico arabo (Antambahoaka, Antemoro, Antanosy y Antesaka) en el sureste. Pueblos primitivos pastoriles en su mayoría como los Bara, los Mahafaly, los Antandroy y otros Masikoro se partían los territorios extensos del sur de la isla. Al oeste se extendían el inmenso reino Sakalava de Menabe y el de Boina, más reciente (siglo XVIII). En la costa oriental, los Betsimisaraka asentaban su autoridad mientras en las Altas Tierras, los reinos Betsileo y sobre todo Merina extendían su dominación. La trata de esclavos favorecía entonces una política de ensanche territorial y beneficiaba a los que disponían de armas de fuego. Así, la hegemonía Sakalava tenía una explicación en el control de los principales puestos de trata de la costa oeste con el apoyo de comerciantes Antalaotra. El reino Sakalava se habrá debilitado a fines del siglo XIX a causa de disputas de sucesión y de desventaja en relación con la inmensidad de los territorios ocupados por una población dispersa y nómada.
El siglo XIX
El siglo XIX era el siglo de la emergencia de la expansión del reino Merina. Primero gracias a la obra unificadora del soberano Andianampoinimerina (1786-1810) quien resumía su ambición territorial por la frase : “La mer sera la limite de ma rizière” (El mar será el límite de mi arrozal). Su hijo Radama I (1810-1828) había proseguido su obra al intentar conquistar toda la isla, ayudado por los Británicos en su política. Los tratados anglomalgaches de 1817 y 1820 le reconocían como siendo el rey de Madagascar y ofrecía una cooperación militar, cultural y religiosa. En cambio Radama I tenía que renunciar a la trata de esclavos. Así, las tropas del rey Radama I controlaron bastante fácilmente la costa oriental de la isla lo mismo que el conjunto de las Altas Tierras pero fracasaron en el extenso país Sakalava. El reino del “progresista” Radama I habrá sido de corta duración, seguido por el de la reina Ranavalona I (1828-1861) el cual se distinguía por una política muy tradicionalista, antieuropea y anticristiana. Más tarde, el Primer Ministro Rainilairaivony, quien se había casado sucesivamente con tres reinas, había conservado el poder durante más de treinta años (1864-1895). Quiso fundar la construcción nacional con una religión nueva : el protestantismo. Aquel período fue marcado por un desarrollo de la escolarización y de la evangelización, particularmente en Imerina, gracias al establecimiento de varias misiones cristianas (London Missionary Society, Jesuitas, Anglicanas y Luteranas) y la transcripción fonética de la lengua malgache con la impresión de la primera Biblia en malgache desde 1835 y obras religiosas desde 1866.
La influencia europea se había distinguido en los campos de la técnica (arquitectura, zapatería, jabonería, armería, imprenta, …). Sin embargo, desde la segunda mitad del siglo XIX, ya no tenía ninguna política económica la monarquía Merina. Las consecuencias que resultaron de ello se manifestaban por un estancamiento económico, el abandono de las conquistas, y una buena parte de la isla escapó a su control. El desvío de los trabajos molestos en intereses particulares a costa de los trabajos de intereses generales era también un ejemplo.
Durante los años 1883-1885, Francia organizó una expedición para lograr el derecho de propiedad en favor de los europeos y para proteger al pueblo Sakalava, entonces pariente político de los Franceses. Aquella acción condujo a una paz con compromisos : en cambio del reconocimiento de la reina Merina como soberana de Madagascar por Francia, el Primer Ministro tuvo que restablecer el orden por toda la isla y pagar una indemnización de guerra.
Madagascar, colonia francesa
Cuando ciertos Europeos se dijeron amenazados por la inseguridad, Francia decidió enviar un cuerpo expedicionario hasta Antananarivo en 1895. Aquella campaña desembocó en el tratado del 1ro de octubre de 1895 el cual confirmó el protectorado de Francia. La monarquía aun existía pero el tratado le quitó todo poder en beneficio del Alto Comisario. La ley del 6 de agosto de 1896 estipulaba : “Est déclarée colonie française l’île de Maagascar avec les îles qui en dépendent” (Se declara a la isla de Madagascar lo mismo que las islas que dependen de ella colonia francesa). Se suprimió a la monarquía el 28 de febrero de 1897. La Reina Ranavalona III estuvo destronada y exiliada a Argel. Los comienzos de la colonización francesa fueron marcados por un hombre quien fomentaba las bases de una política vigorosa cuyos fines eran principalmente económicos. Se llamaba Galliéni, designado Gobernador General de Madagascar. Ejerció todos los poderes entre septiembre 1896 y mayo 1905. Podemos resumir las acciones notables de su política del siguiente modo : pacificación de toda la isla y aplicación de la institución tradicional Merina o “Fokon’olona” sobre el territorio malgache ; “desmontaje” de la oligarquía local y abolición de los privilegios de los “poderosos” ; eliminación de la competencia extranjera en materia de comercio ; realizaciones importantes y duraderas en el campo de la comunicación (ejes de carreteras, ferrocarriles, equipamientos portuarios, red telegráfica) ; fundación de la escuela de medicina en 1897, y de la Assistance Médicale Indigène (Asistencia Medical Indígena) que obra en las provincias; desarrollo de una escuela laica que centra su enseñanza en el campo técnico para formar obreros o funcionarios. Por otro lado, los Malgaches eran “sujetos franceses” desde 1896 pero no ciudadanos, pues no tenían ningún derecho político.
La resistencia nacionalista
Frente a la autoridad colonial, una resistencia local se formó. Desde 1895, los “Menalamba” grupo de insurrectos nacionalistas y tradicionalistas que defendían la vuelta a las raíces, la conservación de la religión de los ancestros y la fidelidad a la monarquía, llevan a cabo acciones en contra de los franceses hasta 1898. Aquella resistencia , que no es siempre organizada, es una manifestación de rechazo del “Fanjakana” o de la autoridad local que ha instaurado los impuestos, prestaciones (obras de intereses generales), requisa a las poblaciones. Este rechazo se manifiesta por la práctica de los fuegos de maleza, el robo de cebúes, la vagancia, la negación en enviar a los hijos a la escuela o en ir a los puestos sanitarios. Los más selectos mismos, quienes integran el principio del “progreso” y creen en las posibilidades de promoción por la instrucción están desilusionados por la imposibilidad de acceder a una igualdad de derecho social y político. La naturalización francesa es una de las primeras reivindicaciones de los Malgaches. La intransigencia del poder colonial radicaliza el movimiento hacia voluntades de independencia. La insurrección de 1947, severamente reprimida, señala una etapa decisiva en la lucha para la independencia. En septiembre 1958, los Malgaches votan a favor de la comunidad propuesta por el General De Gaulle (Jefe de Estado francés, 1958-1969). El 26 de junio de 1960, la independencia del país es proclamada.
De la independencia hasta hoy en día
Primera República (1960 – 1972)
Philibert Tsiranana es elegido primer Presidente de Madagascar en 1960. La Gran Isla marca su presencia en la escena internacional por el nombramiento de embajadores en varios países y por su adhesión en la Organización de la Unión Africana (OUA). En el terreno de la política interior, realizaciones sinificativas se efectúan en el campo de la enseñanza pero la economía se estanca en su conjunto. Una huelga general terminó por implicar la dimisión de Philibert Tsiranana. El General Gabriel Ramanantsoa toma el poder. Se establecen nuevas instituciones. La Primera República finaliza en 1972.
Segunda República (1972 – 1992)
El gobierno del General Ramantsoa se caracteriza por una política de “malgachisation” (uso de la lengua malgache en la enseñanza y en la administración). Pero los resultados económicos no siguen. Dimite de su función en febrero de 1973 y da el poder al Coronel Richard Ratsimandrava a quien le asesinan después de sólo ocho días de ser presidente. Un directorio militar administra el país hasta 1975. En Diciembre del mismo año, Didier Ratsiraka se hace Presidente e instala un regimen revolucionario después de haber sometido al referéndum la carta de la revolución socialista. A nivel internacional predica una política “todo azimut”. En 1987, emprendió de moderar el socialismo oficial procediendo a una tímida liberalización de la economía. El descontento del pueblo ganando ya el terreno y manifestaciones organizadas un poco por todas partes en el país, en el curso del año 1991, piden la dimisión del almirante Didier Ratsiraka y el cambio de la Constitución. Ante las presiones, acepta la creación de un Gobierno de unión nacional de transición. Se adopta una Nueva Constitución.
Tercera República (1992 hasta hoy día)
El 10 de febrero de 1993, se elige nuevo Presidente de la Tercera República al Profesor Albert Zafy. Su programa político da la prioridad a la lucha contra la pobreza y a la preservación de la independencia de Madagascar. Sin embargo, el desacuerdo con su Primer Ministro rápidamente hizo de desestabilizar el regimen de Albert Zafy. La Asamblea Nacional vota su impedimento en 1996. El Profesor no habrá terminado su mandato.
Se elige de nuevo Presidente al almirante Didier Ratsiraka durante la votación anticipada de 1997 con su proyecto de sociedad humanista ecológica. Introduce modificaciones en la Constitución y establece un fuerte regimen presidencial. Presenta su candidatura para un segundo mandato en la elección presidencial de diciembre de 2001. Su rival, Marc Ravalomanana, entonces alcalde de la ciudad de Antananarivo la capital, pone en duda el veredicto de la HCC (Tribunal Supremo Constitucional) por manejo de resultados. Los enfrentamientos entre los dos protagonistas se generalizan. La Comunidad Internacional se implica en la búsqueda de soluciones (Dakar 1, Dakar II). Un nuevo recuento de votos admite la victoria de Marc Ravalomanana. La participación del nuevo presidente al primer Cumbre de la Unión Africana en julio de 2003 en Maputo consagra el reconocimiento internacional de su regimen. En el terreno económico, predica la liberalización y el desarrollo rápido y duradero.